viernes, 15 de diciembre de 2017

Me enamoré de ti

Me enamoré y esta vez es tan real como la muerte misma, como mis domingos existenciales y como mi rutina de cada mañana. Me enamoré de ti. Me enamoré de tu forma de ser y de tu físico también. Me enamoré de tus expresivos ojos y de tu transparente sonrisa. Me enamoré de tu temperatura y de tu piel tan suave. Me enamoré del tamaño de tu nariz y de la perfección que ocultas en tu media sonrisa. Me enamoré de ti. Me enamoré de tus pensamientos y de tu presencia. Me enamoré de tu forma de caminar y de como te brillan los ojos. Me enamoré de como sonríes a medio beso y de como te ríes de todas mis tonterías. Me enamoré del tono particular que usas para decir ciertas palabras y de la forma en la que tu risa te interrumpe al contar algo gracioso. Me enamoré de tu lado cursi, gracioso, tierno y romántico. Me enamoré de ti. Me enamoré de todas y cada una de las cosas que conocí de ti, incluso de tus malos hábitos y de tus estúpidas manías. Me enamoré de tus defectos y del caos que sueles causar cuando todo te sale mal. Me enamoré de tu lado temperamental, estresante, intenso y sarcástico. Me enamoré de tu necedad de hacerte extrañar y de tu manera de involucrarte más de lo que deberías en algo. Me enamoré de tu costumbre de hacerte siempre el fuerte, el que no llora y el que no necesita ayuda. Me enamoré de esas expresiones que haces cuando te aburres y de tu indiferencia hacia los demás cuando algo te estresa. Me enamoré de ti. Me enamoré de tus chistes sin gracia y de la forma en la que mueves tu cabeza para decir no. Me enamoré de tu manera tan intelectual de expresarte para ciertas cosas y de la pasión con la que haces lo que amas. Me enamoré de tus gestos y de tu capacidad de hacerme sentir cosas inexplicables. Me enamoré de tu carisma con los niños y animales y de la ternura con la que hablas de tu familia. Me enamoré de tu facilidad para hacerte querer y de tu risa. Me enamoré de la manera en la que cantas y de como te me quedas viendo mientras manejas. Me enamoré de como te apasiona hablar sobre las cosas que amas y de todos los sueños que pretendes cumplir. Me enamoré de tu ambición y de como afrontas todos los retos que se te presentan en la vida. Me enamoré de tu manera de amar y de como me besas. Me enamoré de la forma en la que me hiciste volver a vivir. Nunca importará el día, el mes, el año o el lugar... yo siempre estaré enamorada de ti.

— m.f. // Me enamoré de ti

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