El otro día que nos encontramos me surgieron demasiadas preguntas, pero la principal fue ¿por qué terminó todo? se me hace demasiado raro. Un día estábamos haciéndonos promesas, planeando un futuro juntos y escogiendo nombres para nuestros hijos... y días después todo eso se había esfumado.
Fue repentino e inesperado y creo que nunca tuvimos un cierre apropiado. De repente dejaste de buscarme o yo dejé de escribir, francamente ya ni siquiera recuerdo quién tuvo la culpa o si es que nadie la tuvo y simplemente fue cosa del destino.
Me parece extraño, olvidarme de una cara que pasé meses intentando memorizar con las palmas de mis manos. No sentir absolutamente nada al escuchar una voz que solía mover todo mi mundo. Pero aunque no haya sentido nada al verte de nuevo, las dudas no me dejaron en paz. Supongo que es normal, ver una cara del pasado y llenarte de preguntas que son difíciles de contestar.
¿Por qué terminó todo? Fue en ese momento cuando sentí una cálida mano en mi hombro, volteé y ahí estaba él, mirándome sin decir nada, sonriendo como si acabara de descubrir el tesoro más valioso del mundo... y fue ahí cuando comprendí todo. Tú nunca me miraste de esa forma.
— m.f. // La respuesta
No hay comentarios:
Publicar un comentario