No soy alguien común. Bajo mi propia forma de entender las cosas, veo que puedo ser lo que sea que me proponga. Generalmente tiendo a ser muy positiva con las cosas que pasan en mi vida, total “todo pasa por algo”, pero a medida que corre el tiempo, se me acaban los suspiros. Uno, dos, tres y cuatro, segundos que nunca recuperaré; pero mientras escribo, pienso en ti, en el color de tus ojos, en tu sonrisa, en tu cabello despeinado debajo de esa gorra, en cada una de tus hermosas palabras y en esas carcajadas que dejan sordos hasta a los vecinos, esas mismas que me hacen morir de risa porque se contagian. Siento que no soy la misma de antes, la que pretendía serlo todo; no, me he convertido en alguien más desde que llegaste a mí. Quiero ser parte de tu vida, quiero compartir mis sueños contigo, que los tuyos también los puedas compartir conmigo, que seamos capaces de cumplirlos juntos. Puedo no ser alguien común, pero puedo ser la que come con la boca cerrada y escucha con la mente abierta. Bienvenido a mi mundo, bienvenido a mí.
— m.f. // Bienvenido a mi mundo
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