Un poeta no te dice
que le gusta tu sonrisa,
un poeta escribe
sobre cómo tu sonrisa lo paraliza,
lo deja sin palabras.
Un poeta escribe
sobre esa sonrisa de lado
que es la única capaz
de enderezarle la vida.
Un poeta no te dice
que tienes bonitos ojos,
un poeta escribe
sobre tu mirada,
cómo al cruzarse con la suya,
el tiempo no supo
si detenerse o colapsar.
Un poeta escribe sobre
ese universo que encierran tus ojos.
Un poeta no te dice
que le gusta estar a tu lado,
un poeta escribe sobre
cómo le gustaría escaparse contigo
y dejarlo todo atrás.
Un poeta escribe
sobre los días que pasan juntos,
y cómo siempre
les terminan faltando minutos.
Un poeta no te dice
todo el tiempo que te ama,
un poeta se pasa noches en vela
escribiendo sobre
cómo se le eriza la piel,
cada vez que tú lo tocas.
Un poeta escribe
sobre lo que siente por ti,
sin encontrar las palabras exactas.
Un poeta no se conforma nunca,
porque un poeta siempre quiere
saber qué es lo que te mueve,
quiere analizar cada parte de ti.
Un poeta casi siempre
sabe cuando mientes
y saca mil conclusiones
sobre la razón oculta
de esa mentira.
Un poeta te lleva al extremo
de tus emociones,
porque un poeta necesita
tener algo sobre lo que escribir.
Un poeta escribe sobre
cómo frunces el ceño al enojarte,
sobre cómo tu voz se quiebra
cuando intentas no llorar,
sobre cómo te ríes antes de explotar.
Un poeta hace que
te quieras a ti misma,
que te enamores
de todas las partes
que solías odiar de ti.
Un poeta hace que abraces
cada una de tus inseguridades,
porque ante sus ojos,
eres más que perfecta.
Un poeta hace que veas la vida
desde otra perspectiva,
porque un poeta es capaz
de encontrar la belleza en las cosas simples,
o la tristeza en los ojos de las personas.
Un poeta siempre perfecciona
cada detalle,
cada momento,
cada recuerdo.
Un poeta no te pone atención
todo el tiempo,
ya que su mente
siempre está divagando.
Un poeta puede llegar a
olvidar las fechas importantes,
pero nunca borrará de su memoria
lo que sintió cuando tus labios
se encontraron con los suyos.
Un poeta te compara
con el cielo por la noche,
un poeta describe tus lunares
como partes de una perfecta constelación,
cuando tú pensabas que no eras más que cenizas.
Un poeta aprende a leerte como a un libro,
traza cada verso
y derrama toda su alma,
sólo para amarte un poco más.
Un poeta no puede
simplemente tomarse un café,
un poeta pierde el tiempo
creando cartas de amor con el azúcar.
Un poeta no puede
simplemente ver el cielo y desviar la mirada,
un poeta se queda
analizando cada detalle
entre la variedad de tonalidades.
Un poeta se pasa toda la madrugada
prendiendo y apagando la luz,
porque las ideas le llegan
como estrellas fugaces.
Un poeta tiene todo hecho un desastre,
entre papeles arrugados
y plumas mordidas,
porque hay días en los que
ninguna palabra suena como él quiere.
Un poeta te inmortaliza con sus palabras
y con cada uno de sus poemas
hace que te sientas eterna.
Un poeta no sólo escribe sobre ti,
debes estar consciente de eso,
muchos de sus poemas son sobre
las que estuvieron antes,
y muchos otros sobre
las que vendrán después.
Un poeta puede llegar a ser peligroso,
porque cuando un poeta abandona su trabajo,
es capaz de destruir
lo que él mismo creó con tanto esfuerzo.
Cuando a un poeta
no le salen las cosas como quiere,
las tira,
las quema,
se deshace de ellas.
— m.f. // Antes de que te enamores de un poeta