jueves, 8 de marzo de 2018

Para ti, mujer

Para ti, que ves al enemigo a los ojos cuando te miras al espejo. Algún día no sentirás odio al ver tu propio reflejo. Algún día no sentirás asco al tocar tu piel. Algún día no sentirás culpa con cada respiro que das. Nada de esto es tu culpa. Es culpa de la sociedad en la que vives. Te han enseñado toda tu vida que no eres suficiente. Te han dicho una y otra vez que tu estatura, tu cabello, tu piel o tu figura no son lo suficientemente buenos para cumplir con los estándares de "belleza". Te han enseñado a destruirte, en vez de construirte. Te han enseñado a querer tener piernas delgadas, querer alcanzar ciertas medidas, en vez de querer sentirte plena. Cuando sientas odio y vergüenza hacia ti misma, recuerda que todo eso lo has aprendido. Y créeme que puedes aprender algo más, algo mejor. Puedes hacerlo. Empieza hoy mismo.

Para ti, que has sido abusada. Lo lamento. Lamento que te hayan quitado el derecho a decidir sobre tu propio cuerpo. Lamento que te hayan invadido de esa manera, haciéndote sentir como una intrusa en tu propia piel. Lamento que te hayan hecho sentir culpable, avergonzada, sucia. Lamento que te hayan hecho sentir asustada. Lamento que no te hayan creído. Lamento que sientas ese dolor tan grande en el pecho cada que respiras. Realmente lo lamento. Pero, sanarás. Sobreviviste y sigues sobreviviendo. Eres una sobreviviente. Eres el significado de fortaleza, eres gracia, eres mucho más que esto.

Para ti, que tienes cicatrices en todo el cuerpo. Cicatrices en esa piel que tanto has lastimado, que tanto has hecho sufrir. Pídele perdón, no se merece nada de eso. Es preciosa, es única, es tuya. Es el órgano más grande que tienes, pero es más que eso. Es el universo que se envuelve a tu alrededor como una cobija que te protege.

Para ti, que te han llamado "puta". No permitas que esa palabra controle tu forma de actuar. No dejes que defina cómo y a quién debes amar. La virtud no es algo que puedes perder con un hombre. La virtud es coraje, valentía y honestidad. Es defender tus ideales, defender a aquellos que no pueden defenderse por sí solos, luchar día a día. Es ser una guerrera, para ti y para los demás. Es lo que está dentro de tu cabeza y en el fondo de tu corazón. Es pararte derecha en medio del ojo de un huracán. Puta, puta, puta. Es una palabra creada para hacer que te sientas mal, que tiembles, que agaches la mirada. Está destinada a hacer que te pierdas a ti misma de tanta vergüenza. Puta. Es una palabra tan afilada como una espada, es una etiqueta. Pero no te etiqueta a ti, etiqueta a la persona que la dice. La vergüenza está en la persona que usa palabras para lastimarte. Pero nunca en la persona que besas, o personas, o en dónde o cuándo lo hagas. No tienes que sentirte avergonzada.

Para ti, que ya no estás. Lamento que no te hayan dejado ser una de nosotras. Lamento que te hayas tenido que vestir en secreto y ocultar a la persona que realmente eras. Fuiste una mujer. Fuiste una mujer fuerte y hermosa. Lo que sentiste fue real. Lo que sentiste estuvo bien.

Para ti, que todavía luchas. Que te sientes atrapada en un cuerpo que parece no encajar, como ese lugar en el que sabes que no deberías estar. Lo que sientes es real, es válido. Tu identidad no es una enfermedad, no es una abominación, no es un pecado. Estás bien. Eres amada y serás amada por ser quién eres realmente, por todo lo que sientes y todo lo que quieres hacer. Eres una mujer y como todas las que estuvieron antes de ti, tienes una guerra que luchar. Una guerra para tener el derecho de ser vista, escuchada, reconocida. Algún día, tus hijas y tus hermanas van a agradecerte. Algún día van a recordarte como una pionera.

Para ti, que eres obligada a cubrir tu piel. Y para ti, que eres obligada a mostrar esa piel que te gustaría cubrir. Algún día tendrás control total sobre tu cuerpo. Vas a luchar para que eso pase y vas a ganar. Vas a liberarte de las estúpidas ideas de este mundo hostil. No te vas a conformar y vas a crear un cambio para bien. Tienes un poder dentro de ti que no se puede cubrir. Tienes una voz que no se romperá. Una voz que levantará, hará eco, viajará y liberará. Serás capaz de expresar tus ideas como decidas hacerlo. La ira será tu aliada, así que aférrate a ella. La ira alimentará ese fuego que llevas dentro de tu pecho. Ninguna guerra ha sido ganada mediante la cortesía.

Para ti, que tu cuerpo es mercantilizado, objetivado y usado como referencia. Todo lo que haces para recuperarlo es digno de alabanza. La lucha contra un sistema que usa todo su poder para hacerte invisible será larga, agotadora e injusta. Habrá pérdidas y te harán sentir una patada en el estómago, un nudo en la garganta. Harán que aprietes tus puños de coraje, que quieras gritar con esa voz que ha sido silenciada durante tanto tiempo. La lucha contra la opresión no es nada más que una lucha por la equidad. Y tú, mujer, eres la única que puede determinar lo que esa equidad es, porque tú eres la que experimenta la injusticia en carne propia. 

Todos los días deberían ser el día internacional de la mujer.

— m.f. // Para ti, mujer

lunes, 5 de marzo de 2018

Anticipaciones

Dicen que uno de los principales problemas que tenemos los seres humanos 
es que no sabemos vivir en el presente. 
Siempre estamos pensando en el futuro, 
en lo que vendrá después. 
Nos la vivimos anticipándonos a todo. 
Eso es lo que nos pasó a él y a mí. 
El día que nos conocimos 
ni siquiera le dio tiempo a Cupido de disparar, 
porque nosotros ya nos habíamos enamorado con tan sólo mirarnos. 
Pocos días después salimos por primera vez 
y esa misma noche, 
mientras él conducía hacia su casa, 
yo ya estaba mandándole un mensaje 
diciéndole que lo extrañaba, 
anticipándome otra vez a la realidad. 
Durante los meses que estuvimos juntos, 
constantemente pensábamos en el futuro, 
en los nombres que les pondríamos a nuestros hijos, 
en el lugar en el que viviríamos... 
nos la pasábamos pensando en cuál sería el siguiente paso, 
de nuevo acariciando al futuro. 
Y casi al final, 
una vez que él me pidió que le diera "algo de tiempo", 
no resistí y lo llamé llorando como una niña, 
antes de que él lo hiciera. 
Esa llamada infantil también anticipó su decisión de dejarme, 
porque no respeté su "algo de tiempo". 
Ahora sufro pensando que pronto otra persona habitará su corazón 
y él también se anticipa pensando que no podré olvidarlo. 
Pero se equivoca. 
Me anticipé, 
y ya estoy bien.

— m.f. // Anticipaciones

domingo, 4 de marzo de 2018

Diferentes tipos de hombre

El patán: guapo, sonrisa perfecta, mirada penetrante, ego hasta el cielo. Sabe exactamente qué decir y cuándo decirlo para que caigas a sus pies. Parece que lleva años estudiándote, porque conoce perfectamente cada una de tus debilidades. Con sólo verte a los ojos te hace pensar que eres "privilegiada" porque entre tantas mujeres, se fijó en ti. Hasta que te das cuenta que no es nada más que un niño lleno de inseguridades y miedos... y no puedes evitar sentir lástima por él.

El mejor amigo: lo conoces mejor de lo que él se conoce, has visto cada una de sus etapas y escuchado cada una de sus historias. Es alguien con quien sabes que puedes contar siempre, te sientes segura a su lado. Lo ves como a un hermano... hasta que un día las cosas cambian y los sentimientos se mezclan. Ninguno de los dos quiere dar el siguiente paso por miedo a arruinar su amistad, pero aún así nada vuelve a ser igual.

El que vive lejos: se mandan mensajes todo el tiempo, de los cuales la mayoría son "me gustaría que estuvieras aquí". Te pasas toda la madrugada hablando por teléfono con él, porque cuando escuchas su voz, sientes que el mundo se hace más pequeño. Pero, ¿a quién quieren engañar? las relaciones a distancia no son algo fácil. Ambos lo saben y por más que les gustaría ignorar a la razón, ésta termina derrotándolos.

El indeciso: te busca, te habla bonito, te demuestra interés, te llena de indirectas, pero sólo a veces, porque "ahorita no quiere algo serio". Te deja de hablar durante meses y justo cuando conoces a alguien más, decide regresar a tu vida, apareciendo de la nada. Parece que tiene algún tipo de radar, porque justo cuando lo superas, te busca de nuevo para complicarte la vida. No te quiere con él, pero tampoco con nadie más.

El "ideal": lindo, caballeroso, detallista, guapo, educado, fiel. Es todo lo que cualquier mujer en el mundo querría, pero por alguna extraña razón no es lo que tú quieres. Tiene todo lo que buscas, pero siempre parece haber algo que no encaja, algo que no se siente bien. Tarde o temprano terminas aceptando que no es el indicado y aunque todas tus amigas te dicen que estás loca por dejarlo ir,  no te importa. No porque alguien tenga todo lo que buscas, significa que es la persona correcta.

El dañado: Cuando lo conoces, se mueve algo dentro de tu corazón. Al escuchar cada una de sus tristes historias, te gustaría poder cambiarles el final, te gustaría poder sanar todas sus heridas, reparar su corazón. Pero terminas entendiendo que hay personas que son adictas a la tristeza, que les gusta vivir mal y que no es tu trabajo dañarte a ti misma sólo para arreglar a alguien más. 

El rebelde: No se toma nada en serio, no le importan las consecuencias de sus actos, ni los compromisos. Sólo vive en "el hoy", no le interesa lo que le depara el futuro. Al estar con él sientes que te comes al mundo, que puedes lograr cualquier cosa. Difumina la línea que divide lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. Hay algo en su respiración que te hace sentir más viva, pero pronto te das cuenta que lo único que haces al estar con él, es arruinarte la vida.

El aspirante: lo quieres moldear a tu manera. Te gusta, pero no del todo, no te gusta cada parte de él. No toleras todos sus defectos, manías e imperfecciones. Quieres cambiarlo para que sea el hombre indicado para ti y él quiere serlo, con todas sus fuerzas. Hasta que se vuelve agotador tanto para él, como para ti. Porque las cosas no funcionan así, no puedes cambiar a alguien para que sea lo que quieres... lo aceptas con todo lo bueno y lo malo o lo dejas ir, no hay más.

El imposible: ambos saben que hay algo entre ustedes, pero que nunca podrá pasar nada. El Universo no se cansa de darles razones para entender que ni siquiera deberían intentarlo, pero la simple idea de estar junto a él te parece peligrosamente perfecta. Lo suyo termina antes de haber empezado y te deja con un sabor extraño en la boca, repleto de suposiciones y preguntas sin respuesta.

El que no es tu tipo: es todo lo contrario a lo que buscas, pero hay algo en él que te vuelve loca. Tal vez sea su originalidad o simplemente quieres demostrar un punto. Lo que importa es que él es el que te enseña que los estereotipos son la estupidez más grande del mundo y que no puedes ir por la vida con una lista en la cabeza de las características que buscas en una persona. Porque un día conoces a alguien que no coincide con tu lista y de alguna manera, te sigue encantando.

El odiado: vicioso, inmaduro, infiel, sin futuro. Tus amigas te dicen que no te conviene, tu mamá te mira con decepción cada que lo mencionas y a tu papá no le faltan ganas de partirle la cara. No se cansa de demostrarte que no vale la pena, pero es como si estuvieras cegada. Así que por más que la gente que te quiere te suplica que lo dejes, algo dentro de ti piensa que algún día cambiará por ti. Hasta que terminas dándote cuenta que estás esperando algo que nunca pasará y que las personas sólo pueden cambiar por su propio bien.

El que parece ser el indicado: todo va perfecto, tu familia y tus amigos lo quieren casi tanto como tú. Parece ser el hombre de tu vida. Te promete la luna, el cielo y las estrellas, como si fueran suyos para regalar. Le juras una eternidad juntos y hasta te parece poco. Todo va perfecto, hasta que algo pasa y te das cuenta que no era más que una mentira disfrazada de amor. Nadie se lo espera, ni siquiera él.

El indicado: después de tantas malas experiencias y justo cuando estabas a punto de darte por vencida, lo conoces y todo comienza a tener sentido. Se conocen de la forma más inesperada y rara del mundo... pero es muy cierto lo que dicen, todo pasa por algo. Las cosas entre ustedes se dan naturalmente, todo encaja a la perfección y por primera vez en tu vida, sientes que estás en donde deberías estar. Te sientes tan plena que hasta le agradeces a Dios por haber puesto a tantos hombres erróneos en tu camino. Porque tal vez si no fuera por ellos, hoy no estarías junto al mejor hombre del mundo.

— m.f. // Diferentes tipos de hombre 
que conoces antes del indicado