Para ti, que ves al enemigo a los ojos cuando te miras al espejo. Algún día no sentirás odio al ver tu propio reflejo. Algún día no sentirás asco al tocar tu piel. Algún día no sentirás culpa con cada respiro que das. Nada de esto es tu culpa. Es culpa de la sociedad en la que vives. Te han enseñado toda tu vida que no eres suficiente. Te han dicho una y otra vez que tu estatura, tu cabello, tu piel o tu figura no son lo suficientemente buenos para cumplir con los estándares de "belleza". Te han enseñado a destruirte, en vez de construirte. Te han enseñado a querer tener piernas delgadas, querer alcanzar ciertas medidas, en vez de querer sentirte plena. Cuando sientas odio y vergüenza hacia ti misma, recuerda que todo eso lo has aprendido. Y créeme que puedes aprender algo más, algo mejor. Puedes hacerlo. Empieza hoy mismo.
Para ti, que has sido abusada. Lo lamento. Lamento que te hayan quitado el derecho a decidir sobre tu propio cuerpo. Lamento que te hayan invadido de esa manera, haciéndote sentir como una intrusa en tu propia piel. Lamento que te hayan hecho sentir culpable, avergonzada, sucia. Lamento que te hayan hecho sentir asustada. Lamento que no te hayan creído. Lamento que sientas ese dolor tan grande en el pecho cada que respiras. Realmente lo lamento. Pero, sanarás. Sobreviviste y sigues sobreviviendo. Eres una sobreviviente. Eres el significado de fortaleza, eres gracia, eres mucho más que esto.
Para ti, que tienes cicatrices en todo el cuerpo. Cicatrices en esa piel que tanto has lastimado, que tanto has hecho sufrir. Pídele perdón, no se merece nada de eso. Es preciosa, es única, es tuya. Es el órgano más grande que tienes, pero es más que eso. Es el universo que se envuelve a tu alrededor como una cobija que te protege.
Para ti, que te han llamado "puta". No permitas que esa palabra controle tu forma de actuar. No dejes que defina cómo y a quién debes amar. La virtud no es algo que puedes perder con un hombre. La virtud es coraje, valentía y honestidad. Es defender tus ideales, defender a aquellos que no pueden defenderse por sí solos, luchar día a día. Es ser una guerrera, para ti y para los demás. Es lo que está dentro de tu cabeza y en el fondo de tu corazón. Es pararte derecha en medio del ojo de un huracán. Puta, puta, puta. Es una palabra creada para hacer que te sientas mal, que tiembles, que agaches la mirada. Está destinada a hacer que te pierdas a ti misma de tanta vergüenza. Puta. Es una palabra tan afilada como una espada, es una etiqueta. Pero no te etiqueta a ti, etiqueta a la persona que la dice. La vergüenza está en la persona que usa palabras para lastimarte. Pero nunca en la persona que besas, o personas, o en dónde o cuándo lo hagas. No tienes que sentirte avergonzada.
Para ti, que ya no estás. Lamento que no te hayan dejado ser una de nosotras. Lamento que te hayas tenido que vestir en secreto y ocultar a la persona que realmente eras. Fuiste una mujer. Fuiste una mujer fuerte y hermosa. Lo que sentiste fue real. Lo que sentiste estuvo bien.
Para ti, que todavía luchas. Que te sientes atrapada en un cuerpo que parece no encajar, como ese lugar en el que sabes que no deberías estar. Lo que sientes es real, es válido. Tu identidad no es una enfermedad, no es una abominación, no es un pecado. Estás bien. Eres amada y serás amada por ser quién eres realmente, por todo lo que sientes y todo lo que quieres hacer. Eres una mujer y como todas las que estuvieron antes de ti, tienes una guerra que luchar. Una guerra para tener el derecho de ser vista, escuchada, reconocida. Algún día, tus hijas y tus hermanas van a agradecerte. Algún día van a recordarte como una pionera.
Para ti, que eres obligada a cubrir tu piel. Y para ti, que eres obligada a mostrar esa piel que te gustaría cubrir. Algún día tendrás control total sobre tu cuerpo. Vas a luchar para que eso pase y vas a ganar. Vas a liberarte de las estúpidas ideas de este mundo hostil. No te vas a conformar y vas a crear un cambio para bien. Tienes un poder dentro de ti que no se puede cubrir. Tienes una voz que no se romperá. Una voz que levantará, hará eco, viajará y liberará. Serás capaz de expresar tus ideas como decidas hacerlo. La ira será tu aliada, así que aférrate a ella. La ira alimentará ese fuego que llevas dentro de tu pecho. Ninguna guerra ha sido ganada mediante la cortesía.
Para ti, que tu cuerpo es mercantilizado, objetivado y usado como referencia. Todo lo que haces para recuperarlo es digno de alabanza. La lucha contra un sistema que usa todo su poder para hacerte invisible será larga, agotadora e injusta. Habrá pérdidas y te harán sentir una patada en el estómago, un nudo en la garganta. Harán que aprietes tus puños de coraje, que quieras gritar con esa voz que ha sido silenciada durante tanto tiempo. La lucha contra la opresión no es nada más que una lucha por la equidad. Y tú, mujer, eres la única que puede determinar lo que esa equidad es, porque tú eres la que experimenta la injusticia en carne propia.
Todos los días deberían ser el día internacional de la mujer.
— m.f. // Para ti, mujer