Si me extrañas, espero que extrañes cada parte de mí. Incluso las partes que no eran bonitas, inteligentes o fáciles. Espero que no sólo extrañes mis momentos de ternura, mis ataques de besos, mis poemas. Que no sólo extrañes tener a alguien que te escuche y te aconseje, que se preocupe por ti, que te conozca mejor de lo que tú mismo te conoces. Que no sólo extrañes mi sonrisa, mi mirada, mi calor. Si me extrañas, espero que me extrañes de verdad. Espero que extrañes mis enojos y la sonrisa que siempre terminabas provocando en mí, mis celos sin sentido y el sentirte tan querido, tan deseado por alguien. Que extrañes mis fachas y la confianza que te tenía para que me vieras en todas las formas en que una persona puede ser vista. Que extrañes mis días tristes, mis días malos, mis días cansados y como al final de cada uno de ellos, lo único que quería era estar entre tus brazos. Espero que me extrañes, a pesar de todo lo malo, de todo lo feo, de todo lo insoportable, porque a veces cuando las personas se van, se van para siempre.
— m.f. // Si me extrañas
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