jueves, 5 de mayo de 2016

Como yo te veo

Te he visto después de un mal día, cansado porque tu entrenamiento estuvo muy pesado o porque tuviste tres partidos en un día. Te he visto estresado porque te fue mal en un examen para el que habías estudiado toda una noche o porque se te olvidó hacer tu tarea por estar todo el día conmigo. Te he visto enojado porque tus papás no entienden qué es lo que quieres y crean sus propias conclusiones. Te he visto con los ojos vidriosos cuando peleamos y esa desesperación en tu mirada cuando lo único que quieres es que estemos bien. Te he visto en tus peores momentos y aún así sigo pensando que eres la mejor persona que existe en este jodido mundo.
A veces me gustaría poder prestarte mis ojos, para que notaras todo lo que no puedes ver con los tuyos.
Y es que tú no ves la sonrisita que te delata cuando intentas decirme una mentira o cómo intentas encontrar mi mirada cuando me enojo contigo. Tú no ves cómo te brillan los ojos cada vez que te digo un te amo o cómo te ríes antes de que termine mi chiste. Tú no te ves cuando me cantas como si fuéramos las únicas personas en el mundo o la expresión en tu rostro cuando tomo tu mano de repente. Tú no te ves cuando te quedas dormido en mis piernas y la infinita tranquilidad con la que respiras. Tú no ves tu mirada de niño cuando hablas de las cosas que te apasionan y cómo te tiemblan los labios justo antes de besarme. Tú no te ves ahí, enamorándote de mí.

— m.f. // Como yo te veo

No hay comentarios:

Publicar un comentario