miércoles, 25 de mayo de 2016

You ruined me

When I first met you 
I came home 
smelling like thunderstorms 
and cigarette smoke 
and teenage love, 
and my mother 
grabbed me and said, 
"sweetheart, 
don't you fucking 
dare fall in love". 
And I kissed her cheek 
and tried to put back together 
the necklace you had 
bought me that night, 
it was broken 
but I wrapped the chain 
around my fingers, 
they still smelled like you 
when I put them close. 
When I first kissed you 
I came home 
smelling like raspberry vodka 
and the daisy flowers 
you had put behind my ear 
and smudged lipstick, 
and my mother noticed 
that I was wearing your t-shirt, 
and that you made me 
give it back 2 days later 
and she brushed my hair 
out of my face and said, 
"darling, 
don't you fucking 
dare fall in love." 
And I just smiled 
and stuck my hand 
in my jacket pocket 
and touched the note 
you had hidden there 
when you kissed me, 
when you said that you were 
cold like an iceberg 
and I was the sun 
and I could melt you 
with my fingertips. 
When I first cried for you 
I came home 
smelling like fire 
and teardrops 
and breakup songs 
and cheap vodka 
that made me throw up 
and bruises 
and rose thorns 
and smudged makeup 
dripping down my face 
and my mother just looked at me 
without saying a word. 
And two months later 
I met a boy who wasn't so cold 
and let me keep his shirts to sleep in 
when I missed him 
and never let anything break, 
especially my heart. 
And I came home every night 
smelling like everything safe 
and good 
and happy, 
telling myself that 
I better not dare fall in love. 
I better not dare fall in love. 
I better not fucking dare fall in love. 


— m.f. // You ruined me


lunes, 23 de mayo de 2016

Do you remember?

I still remember de first time I saw you.
It was raining like never before.
You were outside my house,
waiting for me.
We couldn't stop looking at each other
or talking about different types of raindrops,
and in that moment I knew,
I knew this would be something.
I still remember the last time I saw you.
It was raining just like the first time.
You were outside my house,
waiting for me to leave your car.
We couldn't even look at each other
or say anything,
and in that moment I knew,
I knew this wasn't meant to be.

— m.f. // Do you remeber?


La pieza perfecta de mi rompecabezas

Me enamoré. 
Me enamoré de él. 
Me enamoré de su sonrisa, porque no me importaba nada si él estaba sonriendo.
Me enamoré de su boca, de cada palabra que salía de ella.
Me enamoré incluso de cómo se enojaba, de cómo fruncía el ceño esperando a que lo abrazara para no soltarlo.
Me enamoré perdidamente.
Me enamoré de sus ojos, ¿y qué importa si no eran de un color especial?
Me enamoré de sus momentos de intensidad.
Me enamoré de cómo cantaba cuando estaba feliz, a veces bajito, para que no lo escuchara.
Me enamoré de cómo me tomaba entre sus brazos con fuerza, porque decía que tenía miedo de perderme.
Me enamoré de cómo me apretaba, porque sólo yo sabía que era entonces cuando tenía que quererlo más que nunca.
Me enamoré de lo listo que era y de lo tonto que se hacía cuando le convenía.
Me enamoré de cómo me molestaba, porque era así como demostraba su amor, y eso sólo lo sabía yo.
Me enamoré de sus abrazos y de cómo me hacían sentir tan segura.
Me enamoré de cómo le tenía que subir al volumen porque no le gustaban los números impar.
Me enamoré de su manía de bajar la ventana aunque estuviera helando afuera.
De eso me enamoré, de lo bueno y de lo malo.
Me enamoré de sus ganas de estar conmigo, pero también de su orgullo, porque cuando creía que de verdad iba a perderme, se lo tragaba. 
Qué inocente, si era yo la que lo perdía todo sin él.
Me enamoré de cada parte de su ser.
Me enamoré de cómo me tomaba de la cintura y jugaba a estar a dos centímetros de mi boca sin besarme, sólo para ver quién aguantaba más sin hacerlo.
Me enamoré de cómo se mordía las uñas cuando estaba nervioso.
Me enamoré de cómo fumaba afuera de mi casa, sólo para que me quedara cinco minutos más con él.
Me enamoré de sus prisas y de sus ganas de tener todo siempre bajo control.
Me enamoré de la voz que ponía cuando hablaba de las cosas que le gustaban, como si de repente volviera a tener cinco años.
Me enamoré de su optimismo y de sus sueños.
Me enamoré de cómo temblaba y de cómo era capaz de calmarme.
Me enamoré como nunca antes me había enamorado.
Me enamoré de su risa, de cada tipo de risa.
Me enamoré de cómo me quería tener cerca a cada momento, y unos cuantos metros le parecían demasiado.
Me enamoré de cómo trataba a mi familia como si fuera la suya.
Me enamoré de todas las veces que estuvo ahí cuando sentía que no tenía a nadie.
Me enamoré de lo fácil que se le hacía decirme un "Te amo"
Me enamoré de cómo se gastaba una fortuna en las máquinaa para sacarme justo el peluche que yo quería.
Me enamoré de cómo era conmigo y de la persona que yo era con él.
Me enamoré de cómo hacía lo mismo que todo el mundo y a la vez conseguía ser diferente.
Me enamoré de su forma de quererme.
Me enamoré de cómo creía que no me daba cuenta cuando me miraba detenidamente.
Me enamoré de cada una de sus expresiones y de sus lunares.
Me enamoré de cómo se dejaba la barba.
Me enamoré de sus más y de sus menos.
Me enamoré de sus idas y venidas.
Me enamoré de cómo me llamaba sólo porque extrañaba mi voz.
Me enamoré de su mal humor y de cómo detestaba mi sarcasmo.
Me enamoré de los mensajes en los que decía que me extrañaba.
Me enamoré de todas las conversaciones, incluso de las que se borraron.
Me enamoré de sus intentos de ponerme celosa y de lo celoso que se ponía cuando me veía con otro.
Nunca le entró en la cabeza que él era el único para mis ojos.
Me enamoré de todas las canciones que lo escuchaba cantar.
Me enamoré de su voz y de su olor, que siempre me recuerda a él.
Me enamoré de su forma de ser con los demás.
Me enamoré de cómo le daba por recordarme todo lo que sentía por mí, así, de la nada.
Me enamoré de cómo me imitaba con voz ridícula.
Me enamoré de todos nuestros cursis apodos.
Me enamoré de su nombre escrito en mis cuadernos.
Me enamoré de la cara que ponía cuando me metía con él y de cómo le daba el triple de importancia sólo para que le pidiera perdón.
Me enamoré de su instinto de cuidarme.
Me enamoré de nuestros mil momentos.
Y es que de enamorar me enamoré hasta de las ojeras que le aparecían cuando nos quedábamos hablando toda la noche.
Me enamoré de su cabello despeinado cuando acababa de despertarse.
Me enamoré de cómo quería que lo abrazara cuando salía de un partido y de cómo lo hacía sin pensarlo dos veces.
Me enamoré de cómo susurraba cuando hablábamos por teléfono en la noche y no quería despertar a nadie en su casa.
Me enamoré de cómo me hablaba con una infinita ternura.
Me enamoré de cómo me presentaba con todas las personas que conocía.
Me enamoré de cómo tenía que correr cada vez que llegaba tarde a mi casa por su culpa.
Me enamoré de sus besos, aunque siempre quisiera más.


— m.f. // Él era la pieza perfecta de mi rompecabezas

viernes, 20 de mayo de 2016

Acuérdate cuando bastaba

Ver un mensaje tuyo y sonreír, bastaba.
Estar juntos sin hacer nada, bastaba.
Buscar tus labios y encontrarlos, bastaba.
Escuchar sobre tu día, bastaba.
Tomar tu mano cuando tenía miedo, bastaba.
Voltearte a ver y encontrar tu mirada, bastaba.
La sonrisa de regreso que contestaba a otra sonrisa, bastaba.
Escucharte reír como un niño, bastaba.
Molestarnos todo el tiempo, bastaba.
Abrazarte cuando terminaba tu partido, bastaba.
Verte al otro lado del pasillo y sentirme segura, bastaba.
Oírte cantar a cada rato, bastaba.
Subirle el volumen a nuestra canción, bastaba.
Hacer caso a tus consejos aunque estuvieras equivocado, bastaba.
Prometernos un mundo imposible, bastaba.
¿Cómo pudimos llegar a querernos tan mal?
No lo sé.
¿Cómo caímos tan bajo tú y yo?
Contéstame.
¿Cómo pudimos echarnos en cara que el orgullo nos vence a los dos?
De verdad no lo sé. 
Ya no sé nada.
Bastaba darnos todo aunque fuera poco.
¿O qué entiendes tú por poco?

— m.f. // Acuérdate cuando bastaba

sábado, 14 de mayo de 2016

Thunderstorms

When I am with you,
I don't know how to stop smiling, 
or how to stop singing along
to the radio turned up as loud as it can be. 
My hair is down and I am ignoring the rain 
falling outside the window. 
I am the type to get nervous in storms, 
but my heart hasn't skipped a beat today, 
I haven't shaken at all.
I love how young and brave I am with you, 
how incredibly fearless, 
how unlike myself.
And I know all the words to this song 
and you're speeding down the highway 
and the thunder matches the beat, 
the lightning reflects across our faces 
and I feel so full of light,
so full of life. 
I look at you and think, 
"I could die right now. 
I am invincible."

— m.f. // Thunderstorms

viernes, 13 de mayo de 2016

Nights with you

We are looking at the stars 
because we like to remind ourselves 
of the things that are strong enough 
to be seen through the darkness.
We are pressing our legs together 
and holding our hands 
just to feel a little closer tonight 
and all I ever wanted was this, 
just you and me and nothing else. 
I want to spend as long as I can 
laughing into your chest 
and feeling your warmth
I want us to sit, 
drinking soda from the same straw 
and asking all the questions 
that no one else asks. 
You're telling me why you 
never really liked your parents 
and my hair is blowing in the wind
and for the first time 
I think I may have done something right. 
We talk about regrets 
and you ask me if would leave everything the same 
if I had the chance to do it all over again, 
and I think I would
just for the right here, 
the right now, 
the mess of a girl I had to be 
to stumble my way right into your arms. 
And you're not perfect, 
and I'm not naive, 
and we both know our hearts can't feel this way forever, 
but we're strong enough to hang on for another day, 
and that's all that matters. 
I think this is the kind of love that disappears soft 
and beautiful 
and fast like the sunset. 
And maybe I'll forget about you. 
But I'll always carry you with me, 
the boy who saw all my flaws and stayed. 
I think if we're lucky enough, 
memories of nights like these will always 
come back to us when we need them. 
Someday someone will look at me 
like if I was everything they've ever wanted 
and for just a split second, 
I'll remember the exact color of your eyes.


— m.f. // Nights with you

viernes, 6 de mayo de 2016

Enamorarme muchas veces de ti

Por todas esas veces en las que al cantarme me hiciste sentir un hormigueo por todo el cuerpo y al tocarme me dejaste sin aliento. Por todas esas veces en las que con un beso me hiciste pensar que se me saldría el corazón del pecho y al tomarme la mano detuviste mi mundo. Por todas esas veces en las que me hiciste falta y cada rincón de esta ciudad me recordó a ti. Por todas esas veces en las que nos juramos un 'para siempre' y planeamos un futuro juntos. Por todas esas veces en las que me temblaron las piernas con una simple mirada tuya y los ojos nos brillaron al mismo tiempo. Por todas esas veces en las que me hiciste sentir vulnerable con tu simple presencia y me viste en todas las formas en las que una persona puede ser vista. Por todas esas veces en las que te aprendiste de memoria cada parte de mi ser y trazaste mapas en mi cuerpo. Por todas esas veces en las que me hiciste sentir la persona más fuerte del mundo y fuimos tan inseparables, tan irrompibles. Por todas esas veces en las que te dejaste la barba como me gusta y sentí que me faltaba el aire, al verte ahí parado. Por todas esas veces en las que sentimos que teníamos todo el tiempo del mundo en nuestras manos mientras estábamos juntos. Por todas esas veces en las que me enamoré una vez más de ti.

— m.f. // ¿Por qué sé que te puedes enamorar 
muchas veces de la misma persona?

jueves, 5 de mayo de 2016

Como yo te veo

Te he visto después de un mal día, cansado porque tu entrenamiento estuvo muy pesado o porque tuviste tres partidos en un día. Te he visto estresado porque te fue mal en un examen para el que habías estudiado toda una noche o porque se te olvidó hacer tu tarea por estar todo el día conmigo. Te he visto enojado porque tus papás no entienden qué es lo que quieres y crean sus propias conclusiones. Te he visto con los ojos vidriosos cuando peleamos y esa desesperación en tu mirada cuando lo único que quieres es que estemos bien. Te he visto en tus peores momentos y aún así sigo pensando que eres la mejor persona que existe en este jodido mundo.
A veces me gustaría poder prestarte mis ojos, para que notaras todo lo que no puedes ver con los tuyos.
Y es que tú no ves la sonrisita que te delata cuando intentas decirme una mentira o cómo intentas encontrar mi mirada cuando me enojo contigo. Tú no ves cómo te brillan los ojos cada vez que te digo un te amo o cómo te ríes antes de que termine mi chiste. Tú no te ves cuando me cantas como si fuéramos las únicas personas en el mundo o la expresión en tu rostro cuando tomo tu mano de repente. Tú no te ves cuando te quedas dormido en mis piernas y la infinita tranquilidad con la que respiras. Tú no ves tu mirada de niño cuando hablas de las cosas que te apasionan y cómo te tiemblan los labios justo antes de besarme. Tú no te ves ahí, enamorándote de mí.

— m.f. // Como yo te veo

domingo, 1 de mayo de 2016

Perdida

A veces le llegaban unas ganas incontrolables de huir, 
de dejarlo todo detrás. 
Tal vez era simplemente el querer 
borrarlo todo, 
eliminar cada huella de su pasado, 
cada error. 
Y es que a veces creía 
que el destino se había equivocado 
al ponerla ahí, 
que probablemente le tocaba vivir 
en otra ciudad, 
en otra época, 
en otro universo. 
Solía sentir que no pertenecía 
a ningún lugar 
y a ninguna persona, 
nunca había sido buena 
para los compromisos 
y las rutinas le pesaban 
como nadie podía imaginar. 
No quería a nada, 
ni a nadie, 
pensaba que el amor era sólo un mito 
que echaba raíces, 
las cuales terminaban por amarrarla 
o por ahogarla. 
Lo único que quería era irse lejos, 
donde las calles no tuvieran nombre 
y a las casas les faltaran números, 
donde nadie reconociera su rostro, 
y nadie recordara su aroma. 
Fantaseaba con empezar desde cero, 
con otro nombre, 
con otra historia, 
con la esperanza que nunca tuvo. 
Estaba cansada de leer libros 
que hablaban de un mundo 
en el que ya no creía, 
cansada de escribir cartas 
que nunca sabía cómo terminar, 
cansada de vivir entre recuerdos 
y remordimientos. 
Alguna vez leyó en uno de esos libros 
que los recuerdos eran peores que las balas, 
y desde entonces no podía dejar de pensar 
en lo cierto que era eso. 
A veces le llegaban unas ganas incontrolables de huir, 
de dejarlo todo detrás. 
Hasta el día que lo conoció. 
Era una tarde nublada, 
como todas sus tardes. 
Observa las diferentes tonalidades de gris en el cielo 
y mientras fantaseaba con irse lejos de ahí, 
una dulce voz interrumpió sus pensamientos 
-¿Estás bien? ¿Te puedo ayudar en algo?- 
No existía egoísmo alguno 
en la mirada de aquel desconocido 
y el brillo en sus ojos fue capaz 
de encender partes en su interior 
que desde hace mucho daba por extintas. 
Ya han pasado tres años 
desde esa tarde de invierno. 
Ahora su felicidad se ve reflejada en sus ojos, 
y el eco de su risa le toca el corazón. 
Todos sus miedos le temen, 
porque cuando él sonríe, 
desaparecen. 
La forma en la que pronuncia su nombre 
la hace sentirse estúpida 
por haberlo querido olvidar 
en algún momento. 
Se siente plena. 
Pero todavía tiene días malos, 
días en los que prefiere no hablar con nadie, 
días en los que otra vez le gustaría desaparecer. 
Cuando siente que ya no puede más 
y que el mundo le pesa demasiado, 
voltea y lo ve ahí sentado junto a ella, 
sosteniendo su mano 
con infinita delicadeza. 
Y de repente, 
todo a su alrededor 
se siente mucho más ligero. 
Es entonces cuando se da cuenta 
que el destino no pudo haberse equivocado, 
porque de entre tantas personas 
y de entre tantos lugares, 
la puso ahí, 
existiendo junto a él. 
Y en ese momento 
agradece haberse sentido perdida, 
porque si no hubiera sido así, 
él nunca la hubiera encontrado. 

— m.f. // Fragmento de un libro que tal vez escriba #7 
// Perdida