sábado, 9 de septiembre de 2017

Between light and darkness

I hope you understand 
that I'm not perfect.
That I will get mad.
That sometimes 
I will run out of words 
and be silent 
for a minute or two. 
I hope you understand 
that I will get cold 
when there's 
something wrong 
with my day. 
That I will get tired 
and feel bad because 
of the stress 
that surrounds me. 
You see, 
sometimes I will 
be a storm to 
your sunny days. 
A disturbing wave to 
your calm tides. 
But I know you will 
always have the courage 
to fight for me, 
because you can 
turn me into something 
I thought I could never be. 
Because you can soften 
everything that 
hardens my heart. 
You can break 
all the walls that 
I've built around me. 
You can always 
make me happy 
and I promise 
I will do my best 
to do more 
than just the same 
to you.

— m.f. // Between light and darkness

domingo, 3 de septiembre de 2017

"¿Cómo superar una ruptura?"

Yo pienso que el terminar una relación con alguien que realmente quisiste o incluso sigues queriendo es algo que nunca se supera por completo.
Te puedo decir que el tiempo lo cura todo y que el estar lejos de esa persona te ayudará, pero seamos sinceros, siempre va a haber una canción, un lugar o un olor que te regresará a aquella época en donde sólo eran tú y ella, en donde tenías que aprender a quererla y no a olvidarte de ella
Creo que cuando dejas que alguien realmente entre a tu vida, cuando te abres del todo y dejas que te toque el corazón, siempre habrá una parte de ti que se aferrará a esa persona y se negará a dejarla ir... es como si esa pequeña parte de ti llevara su nombre tatuado en ella.
Y la triste realidad es que si lo que sentiste fue auténtico, nunca lo vas a olvidar. Va a llegar el punto en el que te vas a acostumbrar a vivir con ese hueco en el corazón, con ese nudo en la garganta... y habrán días en los que ni siquiera recordarás el sonido de su voz o la tonalidad exacta de sus ojos, pero por una u otra razón su recuerdo siempre regresará a ti. 
Así que la única esperanza que te queda, es que lo que sentiste por ella no haya sido verdadero, que si terminó sea porque en realidad no era la persona indicada para ti. 
Si es así, en unos meses o años seguirás pensando en ella de vez en cuando, pero ya no querrás que regrese a tu vida, ya no tendrás esas ansias de buscarla y de saber qué será de ella, qué estará haciendo y con quién.
La recordarás como parte de una bonita etapa de tu vida y nada más, sonreirás al recordar los momentos que vivieron juntos y la regresarás a ese almacén de tu memoria lleno de caras y voces que ya no te quitan el sueño.

— m.f. // "¿Cómo superar una ruptura?"

viernes, 1 de septiembre de 2017

Tarde lluviosa

Cada vez que llueve y veo las gotas recorrer la ventana, me llega un sentimiento que me regresa a aquella época.
Recuerdo esperar con ansias a que llegara la noche, porque sabía que eso significaba quedarme toda la madrugada platicando contigo. Los temas de conversación iban desde anécdotas de nuestra infancia, como la vez que te descalabraste por estar dando vueltas en tu cuarto o cuando me perdí en un zoológico y mi mamá pensó que me había devorado un león, hasta creencias y teorías sobre la vida, como el por qué jurabas que la resurrección existía y por qué yo pensaba que sólo teníamos esta vida para dar lo mejor de nosotros. 
Hablar contigo era mi parte favorita del día.
No pasó mucho tiempo para que esas platicas nocturnas comenzaran a parecer poco. Recuerdo tu seguridad al decirme "paso por ti el viernes y vamos por un café", sin preguntas, sin vueltas, sin dudas... sabías justo lo que querías. También recuerdo pensar que nunca había conocido a un hombre tan seguro de sí mismo y lo atraída que me sentí hacia ti en ese momento. 
No lo dudé ni por un segundo, cada parte de mí quería tenerte de frente y darle una razón a todo esto que estaba sintiendo... por primera vez en mi vida, sabía justo lo que quería.
Cada vez que llueve y veo las gotas recorrer la ventana, me llega un sentimiento que me regresa a aquel día... el día que tanto habíamos esperado. Era una tarde lluviosa, o más bien, tormentosa, porque nunca había visto caer tanta agua de las nubes.
Recuerdo que te perdiste para llegar a mi casa y que tuve que salir en plena tormenta para que me vieras. Te estacionaste justo enfrente de un charco que claramente no había visto y pisé antes de subirme a tu coche. 
Mis pies estaban empapados, el frío comenzaba a recorrer todo mi cuerpo y me sentía completamente incómoda... esta era la primera impresión que había causado en ti, no lo podía creer. 
Te miré con la cara completamente roja de vergüenza y me di cuenta que tú estabas el triple de rojo que yo, intentando aguantarte la risa. Y fue ahí, cuando nuestras miradas se cruzaron, que los dos nos empezamos a reír descontroladamente... porque vaya forma de comenzar una primera cita.
Fue en ese momento, en ese momento lleno de risas, incomodidad, frío y truenos que mi corazón sonrió y dijo "es él".
Y no se equivocó, porque después de tanto tiempo, te sigo amando con la misma intensidad que en esa tarde de lluvia.

— m.f. // Tarde lluviosa