domingo, 29 de enero de 2017

Tus ojos

Te he dicho hasta el cansancio,
lo mucho que tus ojos me gustan.
Te he repetido una y otra vez,
que nunca había conocido una tonalidad
tan bella,
tan exquisita,
tan perfecta.
Pero creo que nunca he encontrado
las palabras exactas para explicarte 
por qué es que me encanta perderme en ellos.
Tal vez sea porque es el único lugar
en donde verdaderamente me encuentro.
Francamente, no creo que existan palabras
para definir lo que siento
cada vez que me miras.
Si las acciones pudieran traducirse a palabras,
me escribiría a mí, 
sonriendo como una tonta
al ver mi reflejo en tus ojos.
Me escribiría a mí, 
intentando encontrar tus ojos,
cuando el orgullo te nubla
esas ganas de mirarme.
Me escribiría a mí,
analizando el color de tus pupilas,
cuando me hablas de algún tema sin sentido.
Me escribiría a mí,
intentando descifrar la contraseña
de esa bóveda que almacena
todo lo que has vivido,
lo que has admirado
o deseado no ver,
lo que has aprendido
y a lo que has temido,
tus experiencias,
tus sueños,
tus pasiones,
todo eso que has llegado a conocer
y está guardado por ahí.
Me escribiría a mí,
sonriendo a la nada,
porque por fin he comprendido,
que de todo eso que has conocido,
me elegiste a mí,
a mí.

— m.f. // Tus ojos

martes, 24 de enero de 2017

En 20 años

No importa lo que pase entre nosotros,
a dónde nos lleve la vida
o cuál sea nuestro destino -
Espero que algún día
cuando estés deambulando 
entre todos tus recuerdos,
pienses en mí,
en mi sonrisa
y en el tono exacto de mis ojos.
Quiero que me recuerdes como algo más
que una simple persona
que formó parte de tu vida,
quiero que me recuerdes
como esa que se encargaba de llenar tus días,
algunas veces con risas escandalosas
y otras con preguntas existenciales.
Espero ser en tu memoria 
alguien especial,
alguien sobresaliente,
alguien que te alegró la existencia,
durante el tiempo que estuvo a tu lado,
alguien que te la complicó también,
con su humor tan alocado.
Le pido a Dios
que cuando veas mi fotografía,
no pienses en una parada más
a lo largo del camino;
sino en tu lugar favorito,
ese que te hacía sentir paz
y tranquilidad,
ese capaz de apagar todo el ruido
que no te dejaba pensar con claridad,
ese al que recurrías
cuando te sentías solo
e incomprendido,
ese al que después de mudarte tantas veces,
pudiste llamar "hogar" por primera vez.

— m.f. // En 20 años

jueves, 5 de enero de 2017

Él

Me gustaría vivir en un mundo donde el gritar a los cuatro vientos que lo amo, no hiciera que las personas me voltearan a ver como si estuviera completamente loca. Que el decir que quiero pasar el resto de mi vida a su lado no se tradujera como "estoy renunciando a mi libertad" y el preferir quedarme acostada viendo películas con él, en vez de salir a emborracharme, no significara que "me está cambiando". Estoy cansada de que el mundo crea que nuestro amor está fuera de lugar, que es un error sentir lo que siento a esta edad. ¿Desde cuándo se elige cuándo enamorarse o de quién? 
Conforme lo fui conociendo, me empecé a enamorar perdidamente de él y conforme lo fui amando, empecé a dibujar un futuro a su lado. Pasaron los meses y francamente, hoy en día no me imagino siendo yo sin él.
Y no, "no estoy renunciando a mis metas", el ser exitosa no va peleado con el ser amada, creo que eso es algo que muchas mujeres creen equivocadamente. Quiero cumplir mis objetivos, sí, pero quiero celebrar mis victorias con él. Quiero que seamos exitosos juntos, que nos ayudemos mutuamente a hacer realidad nuestros sueños.
No "me queda toda una vida por delante", porque ya he vivido antes de él y a todo eso no se le puede llamar vida, era una rutina sin sentido, deprimente, agotadora. Nunca me había sentido tan viva como cuando mis labios tocaron los suyos por primera vez, cuando mis oídos conocieron su voz y su mirada se encontró con la mía. Él hace que todo tenga sentido, no me hace "olvidar" todo lo que está mal, me hace afrontarlo para que esté bien.
No creo que tenga nada de malo que quiera que mi primer amor sea también el último, que quiera estar toda la vida junto a él, que quiera que su voz sea lo último que escuche antes de dormir y su cabello despeinado lo primero que vea al despertar. 
No "me falta conocer a muchas otras personas" o "estoy muy joven para saber lo que quiero", porque no quiero conocer a nadie más, he conocido lo suficiente para saber que él es exactamente lo que necesito. Él tiene todas esas cosas que ni siquiera sabía que buscaba en una persona, todo eso que odio en los demás y que en él me vuelve loca, simplemente es perfecto para mí.
No es un error, porque el amor nunca podría estar mal, no cuando me hace sentir tan bien.
No "estoy desperdiciando mis mejores años", sólo he dejado de perder mi tiempo con personas que no valen la pena y he preferido invertirlo en el único hombre que ha visto las peores partes de mí y ha decidido quedarse, sólo para amarme.
No es precipitado, no es equivocado, no es exagerado... Soy yo, amándolo y dejando que me ame. Soy yo, sonriendo porque recuerdo que él es mío y yo soy suya. Y no, no es posesión; simplemente es sentir que pertenecemos el uno con el otro, que somos la mejor versión de nosotros cuando estamos juntos, que nos complementamos.
Hay personas que se mueren sin haber conocido el verdadero amor, yo lo conocí un 26 de junio, se llama José.


— m.f. // Él

martes, 3 de enero de 2017

Mi mayor miedo

Me he acostumbrado a que seas mi todo, a que el verte sea mi parte favorita del día.
Me he acostumbrado a las cosas simples, como recostarme en tu pecho mientras vemos una película o como intentas tomar mi mano en la oscuridad.
Me he acostumbrado a la forma en que dices "te amo", como si estuviera prohibido y a encontrarme con tu mirada cada que te volteo a ver.
Me he acostumbrado a tus bromas, a tu voz y a tus canciones.
Me he acostumbrado a la manera en que tomas el volante con una mano y acaricias mi pierna con la otra.
Me he acostumbrado a escribirte cuando siento que el mundo se desmorona y a que seas la primera persona a la que le quiero contar cuando algo bueno me pasa.
Me he acostumbrado a tu lluvia de besos y a la forma en que pronuncias mi nombre.
Me he acostumbrado a tenerte cerca, a ser una parte de este "nosotros".
Simplemente, creo que tengo miedo de que algún día, por alguna razón, decidas irte para siempre de mi vida y tenga que aprender a ser "sólo yo" otra vez.
— m.f. // Mi mayor miedo