lunes, 16 de julio de 2018

Dejar ir para encontrar

Qué tóxicas son las personas que no te sueltan pero tampoco saben tenerte, 
que no te quieren perder pero tampoco saben cuidarte, 
que no se quieren quedar pero tampoco se van. 
Las cosas a medias nunca funcionan, 
por más que quieras creer que sí, 
que esta vez será diferente. 
Si te van a querer, 
que te quieran bien. 
O si no, que no te quieran. 
Si van a estar contigo, 
que estén con todo. 
O si no, que no estén.
Recuerda que tu mejor versión nunca va a ser suficiente para la persona incorrecta. 
Así como siempre vas a valer la pena para la persona indicada aunque conozca lo peor de ti.
Si esa persona está repleta de dudas acerca de ti, 
acerca de ustedes,
quizás no es la persona indicada para ti. 
Si esa persona te hace sentir que eres difícil de amar, 
difícil de tratar, 
quizás es momento de dejarla ir.
No dejes que nadie te trate de cambiar, 
ni que te usen para reemplazar a quien decidió irse.  
No permitas que nadie te haga sentir que tienes que rogar por su atención, 
ni que se queden sólo porque le temen a la soledad. 
Quiérete más que eso.
La vida es demasiado corta como para andarte conformando, 
sobretodo si de amor se trata.
No te conformes con un amor a medias, 
roto, 
intermitente, 
desinteresado 
y mediocre. 
Mereces más que eso. 
Mereces algo entero, 
indestructible, 
sólido, 
real 
e intenso. 
Mereces a alguien estable, con quien puedas irte a dormir sin preguntarte si mañana te va a seguir queriendo o no, 
y levantarte todos los días con una sonrisa en la cara porque no puedes creer lo feliz que eres desde que esa persona llegó a tu vida. 
Mereces a alguien que prefiera perder su orgullo que perderte a ti,
de quien seas prioridad y no una simple opción,
alguien que siempre te dé tu lugar.
Mereces sinceridad,
amor  
y respeto.
No miedo, 
inseguridad 
e incertidumbre. 
Si te van a querer, 
que te quieran como se debe querer. 
Sin dudas, 
pretextos 
y excusas. 
Con todo y siempre. 
O si no, que no te quieran. 
Y es que, debes entender que a una persona le importas o no. 
Es así de fácil, así de simple.
No existe un intermedio. 
No trates de justificar a alguien si no te busca y no te demuestra interés.
No te quemes la cabeza buscando explicaciones o alternativas. 
Si parece que no le interesas, 
es porque no le interesas y ya. 
No hay más.
Simplemente acéptalo y déjala ir. 
Y no, no estoy diciendo que sea algo fácil. 
Dejar ir a alguien requiere de mucho coraje.
Sobretodo cuando es alguien que te importa, 
alguien que quieres que se quede. 
Dejar ir a alguien que realmente quieres es dejar ir a una parte de ti también. 
Una parte que quizás no volverá nunca más. 
Y peor aún, 
hay personas que llegan tan adentro de tu ser, 
que cuando se van no vuelves a ser tú mismo. 
Pero quién sabe, 
a lo mejor aprendes a enamorarte de esa nueva versión de ti
y a desenamorarte de personas que no te merecen.


— m.f. // Dejar ir para encontrar

sábado, 14 de julio de 2018

Music and words

You play him your favorite song.
And he listens, 
and nods,
and taps his foot a few times,
and you try not to mind.
Because you know not everyone 
can love it as much as you do,
you don't expect him to stand 
in the middle of the supermarket,
speechless for 3 minutes;
you just expect him to-
well, 
not tap his feet,
and maybe close his eyes,
and maybe, 
just maybe,
inhale just after the song ends 
as if he needs a lung 
full of fresh air to process.
But he doesn't-
it's all feet, 
and hands,
and mouthing the words he doesn't know,
and to you it feels like blasphemy.
But you try, 
you sit next to him, 
watching, 
waiting.
And the song ends.
And before the last chord he tells you
"it's cool, 
it reminds me of Coldplay."
And suddenly, 
you know, 
in that moment,
that this person, 
this sudden stranger is not the one for you.
You know, 
although it might take you months 
or even years to admit it 
and finally give in and give up,
that this person is not 
who you will love for the rest of your life.
And there is both comfort 
and sadness 
in that knowledge.
You know he doesn't feel the world 
the same way you do,
and suddenly that explains 
every misstep, 
every miscommunication,
every single thing lost in translation.
You are two pieces that don't fit.

— m.f. // I loved a boy once, 
who loved music 
the way I love words