Caminar a tu lado se siente tan bien.
Es como si la atmósfera
se volviera mucho más ligera
y todo a mi alrededor comenzara a tener sentido;
es estar en el lugar ideal,
con la persona indicada,
en el momento perfecto.
Tomarte de la mano se siente tan bien.
Es como si el espacio entre mis dedos
estuviera hecho a la medida de los tuyos
y sentir que somos esas dos piezas del rompecabezas
que embonan perfectamente,
sin necesidad de presionarlas.
Escucharte hablar se siente tan bien.
Es como si no quisiera oír nada más,
porque desde que conocí tu voz,
todo lo demás se convirtió en ruido;
tu voz hace que todo esté bien,
no existe melodía que se le compare.
Amarte se siente tan bien.
Es como soñar con los ojos abiertos,
porque tú haces de este jodido mundo,
un lugar en el que vale la pena vivir;
haces que cada día junto a ti
sea aún mejor que el anterior.
Tenerte se siente tan bien.
Tan bien.
— m.f. // El indicado