Hace meses,
pensé que nos perderíamos
para siempre.
Pero de alguna manera
nuestros caminos
volvieron a encontrarse
y el hombre por el que alguna vez lloré
me hizo sonreír de nuevo.
Hemos ido hasta el fin del mundo juntos,
conociendo diferentes ciudades,
hablando lenguas extranjeras,
haciendo de cada lugar un hogar,
con tan sólo mirarnos
a los ojos.
Has estado conmigo en las buenas
y en las malas también.
Y algo dentro de mí me dice
que has llegado para quedarte.
Prometo no dejarte ir otra vez.
Fuiste la persona más difícil de perder
y lo mejor que pude haber encontrado.
— m.f. // Pérdidas y descubrimientos
